El mecanismo debía terminar en junio del 2016. Sin embargo, tras el terremoto de abril el Gobierno extendió estas restricciones un año más.
El año pasado se realizaron hasta octubre tres levantamientos parciales de las sobretasas, pero aún quedan 1 392 partidas con una salvaguardia del 35% y 844 con el 15%. Entre los productos gravados están licores, alimentos, textiles, ropa, zapatos, artículos para el hogar, electrodomésticos, etc.
Desde la aplicación de la medida el monto de importaciones se ha ido reduciendo. Según Aduana, en los meses de aplicación del 2015, 2016 y 2017, se recaudaron unos USD 1 586 millones, aunque el organismo aclaró que su finalidad “no era recaudatoria”.
Entre abril y junio del 2017 está prevista la desgravación de las
salvaguardias, lo que implica que al finalizar el primer semestre se habrá levantado totalmente la medida.
Por ello es que ciertos importadores prefirieron esperar hasta esas fechas para comprar o desaduanizar sus productos.
Juan Javier Sánchez, propietario de la Importadora Estuardo Sánchez, espera realizar
importaciones entre abril y mayo para productos del hogar, escolares, de playa y otros.
Importó estas categorías durante los dos primeros meses del año, aunque en cantidades menores. De hecho, las
adquisiciones de esta empresa entre enero y febrero se redujeron un 30% con relación al mismo período del año anterior.
La idea de Sánchez es que se acabe hasta abril el ‘stock’ más pequeño que tenían para traer más artículos conforme la reducción de salvaguardias.
La firma cuenta con una
oferta de unos 24 000 productos, de los que el 93% tiene salvaguardias. Del total gravado, el 83% tiene la sobretasa más alta.
Este importador todavía no sabe en qué
porcentaje bajarán los
precios, pero espera que se active el comercio.
Para Dalila Gómez, presidenta de la Asociación de Importadores de Cerámica Plana, el valor de los productos no baja en el mismo porcentaje que la salvaguardia, que ahora está en el 15% y pasará al 10% en abril hasta llegar a 0 en junio.
“Al levantarse parcialmente podría estar reduciendo entre 3% y 5% el
valor final. No reduce más porque la sobretasa es parte de una serie de cosas que comprende los
gastos de transporte desde origen al puerto, la desaduanización, las navieras, el arancel por peso, y otros”.
Durante los últimos años el sector importador de
cerámica resultó doblemente golpeado, según la dirigente. Primero debido a las
sobretasas y, luego, por la desaceleración del sector de la
construcción, que dejó de demandar insumos. Entre 2015 y 2016, la importación de baldosas - cerámicas cayó 52%. Los insumos provienen de la Unión Europea (UE), Colombia, China, etc.
Durante lo que va del año, importadores que tienen compromisos con
constructores han tenido que seguir comprando; mientras que los
almacenes y proveedores de constructores con proyectos demorados han preferido esperar a la desgravación total.
Álex Manrique, socio de la Importadora Manrique y titular de la productora de esmaltes Butterfly, también esperará para importar hasta junio. Decidió “aguantar” en algo la producción hasta traer los nuevos
envases, sin sobretasa y con mejores
precios. La última compra fue en 2016. Fueron unos dos millones de frascos.
Actualmente, paga 15% de sobretasa y además trae para la importadora peinillas, gravadas con un
porcentaje similar. “Hice una importación este año, que es el 50% de lo que regularmente traía. Lo hice por tener ‘stock’. Antes traíamos más por pedidos”. La fijación de salvaguardias hizo que sus ventas cayeran en un 50% entre el 2015 y el 2016, dice.
Otros
productos en los que se aplicó la sobretasa son los licores. El sector siguió importando, aunque en menor cantidad. Sin embargo, hay artículos que se dejaron de traer como rones caribeños, whisky de EE.UU. y tequila mexicano.