Solamente la botella legal, cumple con los registros sanitarios.
“Este proyecto ha sido coordinado con las firmas importadoras de estos
productos, así como con bares, restaurantes y hoteles”, comentó Roberto
Serrano, asesor de SENAE.
Lo demás, es una investigación que la SENAE garantiza, terminará con
la acción de quien está cometiendo el ilícito. “Estos dispositivos
permiten la georreferenciación”, detalló Xavier Cárdenas, director de
SENAE.
Los materiales de las etiquetas, que por cierto, no es reutilizable
“cuentan con un mecanismo llamado microcorte que habilita a la
destrucción de la etiqueta en caso de la apertura de la botella”, aclaró
Cárdenas.
No se puede, según los encargados del proceso, falsificar. 180 días
tienen, a partir de hoy, los comerciantes de licor para agotar lo que
hay en stock. Desde octubre, no podrán vender si cada botella no tiene
el etiquetado fiscal.
Desde enero del 2013 a enero del 2014 se capturaron dos millones 850
mil dólares en este producto. Desde octubre, puede que dicha cantidad,
con el apoyo de la ciudadanía, disminuya al punto más bajo de la
historia del contrabando.
Fuente: Teleamazonas
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